Los residentes de Betel entran y salen voluntariamente y se recomienda que permanezcan un mínimo de 12 a 18 meses.
Los residentes descubren rápidamente que la vida en Betel es un compromiso de decisiones diarias: aspirar a los valores de un estilo de vida nuevo y más sano.
Muchos voluntarios expresan lo rápido que se sienten aceptados, lo que no es de extrañar, ya que la estructura y el entorno en Betel es como el de una familia.
Los líderes y sus familiares viven en la comunidad de Betel y forman parte del ambiente familiar.

En el entorno de Betel, los residentes avanzan a su propio ritmo. También aprenden principios que ayudan a la formación del carácter.
Los viven en casa y en las empresas sociales de Betel, construyendo bases sólidas para un futuro estable: fuera de las calles, con ganas y habilidades para trabajar, y viviendo libres de la dependencia de las drogas y el alcohol.
Cuando un nuevo residente entra en Betel, se le asigna un "Responsable", un residente de Betel con más experiencia para ayudarle a aprender la rutina diaria y ayudarle a resolver problemas.
Las dos primeras semanas, los nuevos residentes permanecen en casa mientras pasan el síndrome de abstinencia, se adaptan a su nuevo entorno y aprenden cómo funciona Betel. Después de esto, se les asigna una actividad en una de los proyectos benéficos de Betel. Las actividades de Betel varían según cada país, en función de lo que funciona en cada cultura.

Los residentes ayudan a financiar su propia recuperación colaborando activamente en nuestros negocios benéficos, reduciendo significativamente la carga de sus familias y del gobierno. La actividad ocupacional les devuelve la dignidad y el sentido de propósito.
A medida que la motivación y la estabilidad de los residentes van mejorando, se les va dando más responsabilidad en la supervisión de las tareas domésticas, el control de los equipos de trabajo diario, la gestión de los negocios de Betel y el liderazgo de la casa. Su ejemplo ayuda a animar a los residentes con menos experiencia. El resultado es una comunidad motivada y guiada por sus iguales.
Además de aprender habilidades prelaborales, habilidades básicas para la vida a ser responsables de su propio cuidado, también aprenden a cuidar de los demás. Participan en la preparación de las comidas de la comunidad, en la limpieza de la casa y en el lavado de la ropa, todo ello sin perder de vista el acompañamiento de las personas acogidas en su proceso de cambio.
A lo largo de los años, muchos residentes han decidido quedarse en Betel para ayudar a otros al igual que ellos han sido ayudados desarrollando su potencial como líderes en Betel.
